Hace unos minutos ha terminado la campaña electoral a las municipales
2015 y ya hemos entrado en la jornada previa a la de votación.
Y desde el mismo arranque de esta "jornada de reflexión" y porque es de Ley y de justicia, necesito seguir en campaña para proyectar a los cuatro vientos la grandeza de mi candidata.
Y desde el mismo arranque de esta "jornada de reflexión" y porque es de Ley y de justicia, necesito seguir en campaña para proyectar a los cuatro vientos la grandeza de mi candidata.
"Soy de Marinita" es el lema de esta campaña que inicio con
bastante retraso. Soy de Marinita, a tope, al 100%, hasta el infinito y
más allá, y hasta más allá del infinito.
Y es que Marinita es el auténtico soporte de mi vida. La luz que me alumbra, el fuelle que me da oxígeno, el agua que sacia mi sed, el consejo que me hace mejor, el viento que me empuja, el río que me sosiega, el alimento que me refuerza; El freno que me hace no meter la pata, la palabra que, aunque a veces no parezco no oír, me hace pensar y me recoloca en la realidad.
Marinita es los ojos que me hacen ver la sensatez, la caricia de la generosidad, la discreción, la paciencia y la tranquilidad, el calor en el frío y la fuerza en la soledad.
Marinita siempre está ahí, aguanta que te aguanta lo que yo gane, lo que yo pierda, lo que yo líe, lo que yo arme, sufriendo madrugones, retrasos, reuniones, congresos, esperas, goles, mítines, viajes, empresa, amigos, trabajo.
Pero Tú Marinita siempre estás ahí, y ¡cuántas veces sola!
Marinita se pone detrás y casi sin descanso empuja, soporta, encaja y resiste. Pero tenéis que saber que en realidad Marinita está delante. Delante y arriba.
Eres el objetivo de mi vida; Aquello por lo que quiero luchar, seguir y levantarme. Marina es una gran mujer, mejor amiga, fantástica hija, fenomenal esposa, ejemplo de madre, bellísima persona. Marina es muy buena gente.
Gracias Marinita, porque si algo consigo es gracias Ti. Si algo alcanzo es por estar Tú ahí. Si algo soy es por ser Tú como eres. Te lo mereces todo. Te mereces mucho más de lo que yo podría darte a Tí. Mereces mucho más que a mi.
Porque Tú siempre estás Marina. Nunca detrás, siempre delante y bien arriba, porque lo que tengo y soy es el regalo que cada día me haces, siendo Tú.
Suele decirse que "detrás de un hombre siempre hay una gran mujer", y el tópico en mi caso se queda excesiva y profundamente escaso en el reconocimiento de la auténtica realidad. No sé si "soy algo", pero tened la total garantía todos aquellos que esto leáis, que absolutamente nada sería yo, de no ser por Ti.
Gracias.
Soy de Marinita.
Y es que Marinita es el auténtico soporte de mi vida. La luz que me alumbra, el fuelle que me da oxígeno, el agua que sacia mi sed, el consejo que me hace mejor, el viento que me empuja, el río que me sosiega, el alimento que me refuerza; El freno que me hace no meter la pata, la palabra que, aunque a veces no parezco no oír, me hace pensar y me recoloca en la realidad.
Marinita es los ojos que me hacen ver la sensatez, la caricia de la generosidad, la discreción, la paciencia y la tranquilidad, el calor en el frío y la fuerza en la soledad.
Marinita siempre está ahí, aguanta que te aguanta lo que yo gane, lo que yo pierda, lo que yo líe, lo que yo arme, sufriendo madrugones, retrasos, reuniones, congresos, esperas, goles, mítines, viajes, empresa, amigos, trabajo.
Pero Tú Marinita siempre estás ahí, y ¡cuántas veces sola!
Marinita se pone detrás y casi sin descanso empuja, soporta, encaja y resiste. Pero tenéis que saber que en realidad Marinita está delante. Delante y arriba.
Eres el objetivo de mi vida; Aquello por lo que quiero luchar, seguir y levantarme. Marina es una gran mujer, mejor amiga, fantástica hija, fenomenal esposa, ejemplo de madre, bellísima persona. Marina es muy buena gente.
Gracias Marinita, porque si algo consigo es gracias Ti. Si algo alcanzo es por estar Tú ahí. Si algo soy es por ser Tú como eres. Te lo mereces todo. Te mereces mucho más de lo que yo podría darte a Tí. Mereces mucho más que a mi.
Porque Tú siempre estás Marina. Nunca detrás, siempre delante y bien arriba, porque lo que tengo y soy es el regalo que cada día me haces, siendo Tú.
Suele decirse que "detrás de un hombre siempre hay una gran mujer", y el tópico en mi caso se queda excesiva y profundamente escaso en el reconocimiento de la auténtica realidad. No sé si "soy algo", pero tened la total garantía todos aquellos que esto leáis, que absolutamente nada sería yo, de no ser por Ti.
Gracias.
Soy de Marinita.